La importancia de tener toldos resistentes en invierno
Cuando hablamos de toldos solemos pensar en la sombra de las terrazas veraniegas y en esos balcones aislados de los rayos de sol. Pero lo cierto es que las lonas están diseñadas también para protegernos de la lluvia o el viento en el invierno, donde la climatología puede traer consigo condiciones muy adversas.
Antes de elegir un toldo, hay que tener en cuenta en qué zonas nos encontramos y qué tiempo suele hacer en esa zona tanto en invierno como en verano, ya que según las rachas de viento y lluvia que haya habrá que elegir tela más o menos resistente. Una vez hemos considerado eso, será fundamental decidir cuál va a ser el tipo de estructura que se ajusta mejor a nuestras necesidades.
Para terrazas donde el viento pueda afectar bastante, lo mejor es optar por un toldo vertical con guías. Para balcones y áticos, lo mejor serán pérgolas horizontales acompañadas de toldos verticales, con seguridad reforzada. En cualquier caso, lo mejor es consultar a expertos que te aconsejarán de la mejor manera.
Los beneficios de los toldos en invierno
Las lonas y los toldos son útiles en cualquier época del año, debido a que las funciones que tienen son muy variadas. Pero en invierno la importancia es máxima, ya que nos protegerán de precipitaciones y rachas de viento. Aquí, te dejamos algunos de los beneficios de optar por estas estructuras en los meses de frío:
- Instalando un toldo se podrán proteger los muebles del garaje de nuestra casa, por lo que ganaremos tanto en coste como en tiempo de montaje.
- Nos resguardará del viento y de la lluvia, lo cual es fundamental en meses donde la climatología se pone más amenazante.
- Las terrazas de la casa se verán protegidas, de forma que, si tenemos ropa tendida, alguna mascota o materiales de interés en las mismas, éstos quedarán totalmente aislados del viento y la lluvia.