Proteger los toldos de la nieve, una necesidad en invierno
Recientemente hemos tenido días de nieve que no se veían en nuestro país desde hace muchísimo tiempo, dejando imágenes de postal en muchas ciudades de España, con calles y parques blancos como el algodón. Si bien es cierto que la imagen navideña con las nevadas es realmente bonita, también lo es que tenemos que tener precaución en muchos aspectos con estas precipitaciones.
Uno de los elementos que debemos cuidar los días de nieve y bajas temperaturas son los toldos, cuya estructura puede sufrir mucho si no se toman las medidas oportunas. Pero en esta época del año no solo la nieve puede ser un problema, sino que el viento y la lluvia suelen ser malos compañeros de viaje también, por lo que extremar las precauciones es clave para alargar la vida de nuestro toldo.
Antes de nada, hay tener claro qué tipo de toldo tenemos instalado, ya que cada uno tendrá unas consideraciones particulares para los días de frío. En cualquier caso, en términos generales, podemos decir que el procedimiento es el siguiente:
- Los días de lluvia la recomendación es mantenerlo recogido si las precipitaciones son muy intensas, siempre y cuando el toldo que manejemos no sea resistente a la lluvia. Una cosa importante es recoger el toldo una vez que éste esté seco, ya que si lo recogemos mojado se pueden crear hongos por la humedad.
- Los días de nieve es clave tener en cuenta que no debemos recoger el toldo mientras esté congelado. Si las nevadas son muy abundantes es importantísimo recoger el toldo a tiempo, ya que el peso de la nieve puede llegar a romper la lona.
- Los días de viento será importante tener en cuenta la intensidad del mismo. Si la fuerza del viento es muy extrema lo mejor será recoger el toldo, especialmente si éste es de los que se apoya sobre el suelo, ya que podría causar daños si se cae o sale volando.